Este componente electrónico procesa la información que llega al dispositivo y la transforma en imágenes o vídeos para mostrarlos visualmente. Es ideal para trabajar con aplicaciones gráficas, ya que permite obtener imágenes más nítidas. Calidad de imagen Criterio fundamental a la hora de elegir una tarjeta de vídeo, su resolución de 2560 x 1660 no te defraudará. Decodificar los píxeles de la pantalla te permitirá ver hasta el más mínimo detalle de cada ilustración.