Hace poco menos de un año que Pablo Rouviot, un reconocido psicoanalista, terminó una turbulenta historia de amor; desde entonces, se ha transformado en un hombre taciturno y solitario. Una noche, una joven de veintisiete años llega a su consultorio y le formula un pedido bastante particular. El cuerpo de su padre, un poderoso empresario, fue encontrado acuchillado en un descampado, y su hermano, un joven con graves problemas psicológicos, está acusado de haber sido el responsable del crimen. Ella necesita demostrar que su hermano es inimputable, alguien incapaz de comprender la peligrosidad de sus actos. Sin embargo, antes de responderle, Pablo decide hacer algunas averiguaciones y de a poco recompone una trama siniestra en la que nada es lo que parece. Médicos, policías, abogados y amantes se confabulan en un cuadro turbio que se suma a una historia familiar cargada de violencia. Desde ese momento, el día a día del psicólogo se transforma en una pesadilla en la que únicamente lo moviliza una obsesión: llegar a la verdad, por más dolorosa que sea. Con pulso cinematográfico y el vértigo de un policial que corta el aliento, Los padecientes fue desde el momento de su lanzamiento, en noviembre de 2010, un verdadero fenómeno literario.