El colágeno de tu piel te protege de los agentes externos (sol, frío y polución ambiental), te aporta hidratación, reduce tus líneas de expresión y arrugas, acelera el proceso de cicatrización de tus heridas, disminuye la aparición de acné y te ayuda a disminuir la celulitis, la flacidez, las estrías y las cicatrices.