En todas las culturas, continentes y religiones, se han tocado campanas para ahuyentar a los malos espíritus. Se considera buen karma tener un timbre en la puerta, que actúa como faro de bienvenida y evita la entrada de malas energías. Muchos motociclistas colocan campanas para evitar percances y fallas mecánicas. Una Campana trae el doble de suerte cuando la compra un amigo o un ser querido y se la regala.