El espacio anuncia sutilmente, en su construcción peculiar, el proyecto de una alteridad nueva, exigente e incluyente. En consecuencia, no existiría otra forma de revelar la propia subjetividad más que a partir de la experiencia. El otro se nos muestra y cuestiona siempre desde la propia experiencia y de su inscripción material. Así vemos que el ser inédito únicamente puede lograr su configuración original, propia y específica si le es posible encontrar canales de expresión y comunicación en su entorno social, en su núcleo de novedad, capaz de dejar su marca viva y expresiva en su territorialidad.El mundo y la cultura digital carecen todavía de un contexto socio cultural y político definido. Por lo cual sería tan fácil manipular su potencia, su novedad y ocultar en sentido profundo de su originalidad, la naturaleza extraordinaria de su invención; su calidad diferencia diversa, su estructura colectiva, interactiva y reversible. Ciertamente que el espacio, bajo este aspecto, es una mediación material productora de valores y configuraciones y la digitalización del territorio se convierte en un proceso innovador de ideas y experiencias, en el anuncio instrumental de otras sociedades subjetividad. El espacio, su configuración reveladora y expresiva, nos invita descubrir la estructura y la lógica de la otredad presente y comprometida con la inclusión simbólica.El espacio, en su forma rural, ancestral o urbana en tanto construcción social de una determinada comunidad convivencial, se configura y expresa materialmente como una escritura simbólica, cultural y política. Pero, sobre todo, se nos revela la inscripción plural de ideas, intereses, proyectos y estilos de vida y relación.De esta forma del espacio se constituye en la imagen más verídica de la autoridad, de su sentido de inclusión o exclusión del extraño y manifiesta con crudeza a la naturaleza política y cultural del conjunto de las relaciones sociales y su sentido colectivo.Las ideas y experiencias actuales de los “nuevos territorios”, vienen afectados por el uso de las nuevas tecnologías, la movilidad digital, el concepto y naturaleza de los proyectos urbanos y su significación política, la concreción expresiva de los sistemas expertos, la virtualidad de interacción, etc. Los espacios se muestran a nuestra percepción como la huella indeleble de los discursos, palabras e intenciones de los diferentes colectivos humanos. La cultura hace nuevos y diversos los territorios configurados por la presencia de la conciencia humana, de su luz intensiva y desentrañadora.