Nightfall era una caminante tenebrosa de la Torre Sombraniebla, una misteriosa fortaleza situada en medio del Mar Venenoso. Mientras que la mayoría de caminantes tenebrosos permanecían en la perniciosa nube a la que llamaban hogar, Nightfall prefería sumergirse en el abismo oscuro y cazar a los monstruos de Oscuridad que amenazaban a su pueblo. Un día, mientras exploraba una caverna muy profunda con su submarino, el Sea Shadow, Nightfall se topó con un objeto enorme que emitía un pulso de energía muy extraño. Era gigantesco, y antes de que pudiera entender qué era lo que tenía delante, eclosionó. De él surgió una criatura cien veces mayor que cualquier cosa que hubiera visto antes e, inmediatamente, arrancó los motores y volvió a casa con la intención de avisar a los suyos. Cuando los últimos ciudadanos estaban embarcando en la nave de evacuación, la enorme cabeza del leviatán irrumpió en la superficie y dejó escapar un terrible rugido. Sin dudarlo ni un segundo, Nightfall se abalanzó sobre el monstruo, atacándolo con todo lo que tenía, mientras los demás huían. Fue ese acto de heroísmo lo que llamó la atención del maestro Eon... ¡y el resto es historia Skylander!