Las fotografías de Diego Samper Martínez han logrado durante varios años el milagro de congelar lo incongelable: la respiración de las pieles sudorosas, los diseños increíbles en movimientos delirantes, el paso ampuloso del gran caimán o las lágrimas de los míticos tigres, junto a las exuberantes coreografías de las comparsas.Todas estas imágenes salen ahora en el libro Carnaval Caribe, editado por el autor y con textos de la sicóloga y antropóloga Mirtha Buelvas, dos expertos en esa sonrisa masiva de Barranquilla que tiene lugar, como un rito, todos los principios de año. Es de destacar ante todo el rescate de los diseños, del manejo artístico del color, de detalles como manos, nucas, espaldas, pieles y pies en fotografías que se dan el lujo de prescindir de la anécdota, en la fiesta siempre viva del carnaval.